Por Ataulfo Tobar

(A los 100 años de su natalicio)

BRILLAN CON LA LUNA SUS CABELLOS

LAS ESTRELLAS ILUMINAN SU ANDAR

CADA PASO CADA HUELLA ES UN DESTELLO

ES, MONSE ALBERTO LUNA TOBAR

Por las calles de Cuenca no pasaba desapercibido,

Por la calle de Las Herrerías se disipaban las herejías, menudo y sencillo daba ejemplo de simpleza, quizá se caracterizó por ser una persona de sonrisa breve, pero de ágil reflexión, cuando pasaba el puente roto mágicamente se reconstruía con piedras ancestrales y chocoto remoto, tenía un espejo donde de inmediato se reflejaba e identificaba con el prójimo, sea hombre, mujer o niño, a cada persona le daba su tiempo, le preguntaba por su salud, por su situación económica y más aún por su familia y comunidad.

EL OBISPO QUE SE MEZCLA CON EL PUEBLO

ARRIESGÁNDO TODO CON VALOR

HUBO EN SUS SERMONES DE JUSTICIA

UN QUINTO RÍO DE ESPERANZA QUE FLUYÓ

Gran seguidor de los designios de Medellín y Puebla nos alentaba con la esperanza, dueño de un espíritu amplio y acogedor, era de fácil abrazo, de solidaridad inmediata.

Fundió de ternura al país para buscar la recuperación la reconciliación, la resiliencia, era un gran meditador, sonaban las campanas y estaba alerta para poner la equidad, para clamar y exigir justicia, para hacer enunciados de igualdad, sea en la catedral, en el campo, o en el páramo, y quizá mucho más, en la comunidad resonaban sus palabras calmas reflexivas cargadas de sanidad.

COMPARTIENDO EL PAN Y EL VINO

COMO BUEN HOMBRE DE DIOS

PARA TODOS LOS CREYENTES

MONSEÑOR PUEBLO, MONSEÑOR

Caminaba lento, solo, con su pelo cano y su barba de profeta, por el empedrado, el asfalto, el adoquinado, por los senderos milenarios del Cápac Ñan, por los senderos de herradura y el chaquiñán, buen hombre de Dios, distribuyendo generoso la palabra, la provocación, la anunciación.

SU PALABRA FUE MURALLA PROTECTORA

DE LOS PERSEGUIDOS POR EL OPRESOR

CONTRA LA INJUSTICIA, FUE VOZ REDENTORA

DE CANILLITAS Y DE LUSTRABOTAS, FUE CONFESOR

Quienes estaban cansados, perseguidos, huérfanos de justicia, acudían con certeza, no tenían que golpear la puerta, su puerta estaba siempre abierta, no solo era el consuelo, un vaso de agua o un bocado para calmar el hambre lo que el monse brindaba, era alimento del alma, era consejo, experiencia y enseñanza. Sus seguidores y amigos eran con preferencia la gente de la calle, con quien se sentaba a conversar e irrigar enseñanza y fe.

LA SEMILLA QUE SEMBRÓ CON GRAN CARIÑO

YA FLORECE EN LA MONTAÑA DEL AMOR

Y GERMINAN EN EL PUEBLO SUS CONSEJOS

SUS PRINCIPIOS Y VALORES MONSEÑOR

Anduvo siempre descalzo, aunque usara zapatos o chancletas, pues descalzo se siente la energía de la tierra, descalzo se conoce la verdad, descalzo se elimina la vanidad, descalzo se siente la igualdad, descalzo se siente el frío de quien no tiene chancleta, descalzo no requiere marca estilo ni caché, descalzo es solo piel directa a la realidad, al frío al calor o al fuego, descalzo caminó sobre el fuego, sobre las aguas del quinto río.

COMO SOL ILUMINAS SOBRE CUENCA

IRRADIANDO SIEMPRE SU CALOR

ASÍ LE RECUERDAN LOS AZUAYOS

ASTRO LUMINOSO DEL ECUADOR

Rompiendo la pompa, las alfombras rojas, los cayados de oro, los copones con diamantes, Monse tomaba la chicha desde el pilche, y comía el mote desde la honestidad, desde la verdad, compartió con la gente que tiene el rostro crudo, las manos toscas, pero el espíritu inmaculado, limpio, transparente.

ASI LE RECUERDAN LOS CUENCANOS

MULTIPLICANDO EL FULGOR

MONSE LUNA, MONSE SOL

ASTRO LUMINOSO PONE LUZ AL ECUADOR

MONSE LUNA, MONSE SOL

TIENES TODO EL CARIÑO DEL PUEBLO TRABAJADOR

MONSE LUNA, MONSE SOL

OTRO RÍO QUE CRECIÓ Y FLUYÓ, CON SU CAUDAL

HERMANO SOL HERMANA LUNA, ESA FUE LA OPCIÓN.

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