Por Cristóbal Rodríguez Guerra, Red de Comunicadores Populares de Manabí.
Ecuador se encuentra en una encrucijada institucional que podría marcar un antes y un después en la relación entre el Ejecutivo y el Legislativo. La Asamblea Nacional ha devuelto al Ejecutivo el Decreto 500, señalando que este incumple las disposiciones constitucionales y legales relacionadas con las licencias por ausencia temporal del Presidente de la República. Este acto, liderado por la presidenta del Legislativo, es un claro intento de «parar el carro» a Daniel Noboa, un presidente que ha hecho del abuso de poder y la violación al estado de derecho sus estrategias habituales.
¿Pugna de poderes o una mera cortina de humo?
No sabemos si estamos asistiendo a una auténtica pugna de poderes o si estos enfrentamientos quedarán solo en roces superficiales que no conducirán a una verdadera transformación. Sin embargo, lo que sí está claro es que, mientras Noboa y sus aliados utilizan al Estado como si fuera una hacienda bananera, los únicos que pierden son los ecuatorianos.
Ese 52% que permitió que Noboa llegara a Carondelet, creyendo en promesas de modernidad y eficiencia, ahora observa cómo la patria se hunde bajo un modelo que privilegia los intereses de las élites económicas sobre las necesidades del pueblo. Esperemos que reaccionen.
Un pueblo cansado y desmoralizado
Lamentablemente, los grandes debates políticos parecen haberse quedado atrapados en la red social X (antes Twitter), un espacio limitado a sectores específicos de la población. Mientras tanto, las plataformas más masivas como Facebook y WhatsApp permanecen en silencio o abordando temas triviales, reflejando la apatía o el agotamiento de un pueblo que, parece, ya no encuentra en la política una solución a sus problemas.
Quizás el pueblo llano no esté ajeno al destino político y económico del país, pero su desmovilización podría responder a la falta de acción real por parte de quienes ostentan el poder. ¿Cuánto tiempo más puede resistir la ciudadanía ante un sistema que prioriza los intereses de unos pocos mientras deja de lado las necesidades de la mayoría?
La Asamblea y el Decreto 500
La devolución del Decreto 500 por parte de la Asamblea Nacional, bajo el argumento de que el presidente debe solicitar licencia sin remuneración, no es solo una acción jurídica, es un acto político que intenta frenar los excesos de un Ejecutivo que se empeña en actuar por encima de la ley.
El secretario general de la Asamblea, Alejandro Muñoz, ha dejado claro que el decreto presidencial no cumple con los artículos 146 de la Constitución, 42 de la Ley Orgánica de la Función Legislativa y 30 del Código Civil. Asimismo, recordó al presidente Noboa que debe someterse al procedimiento legal y solicitar licencia para que la Asamblea decida concederla o negarla, de acuerdo con lo establecido en la normativa vigente.
Este es un recordatorio importante de que el poder presidencial no es absoluto y que existen límites legales que deben ser respetados para garantizar el equilibrio de poderes.
La jungla política y las próximas elecciones
Con este escenario de tensiones institucionales, los candidatos que aspiran a ganar las próximas elecciones deben entender que no basta con promesas vacías ni con discursos demagógicos. Deben ir al territorio con propuestas creíbles, argumentadas y conectadas con las necesidades reales del pueblo.
La política no puede seguir siendo una jungla donde ganan los más fuertes en lo económico y los que ofrecen soluciones estúpidas y sin sustento. El pueblo ecuatoriano, aunque cansado y desmovilizado, ha demostrado en otras ocasiones que sabe pasar factura a los prepotentes y abusivos que subestiman su capacidad crítica.
La solución está en la izquierda y el progresismo
Desde este espacio, reiteramos nuestra postura: la izquierda y los sectores progresistas, aunque imperfectos, representan el mal menor frente a los desmanes de la derecha neoliberal y fascista. Estos sectores, si bien necesitan fortalecer su conexión con el pueblo y consolidar sus bases, son los únicos que han demostrado un compromiso real con la justicia social y la defensa de los derechos de las mayorías.
Nuestro llamado es a la unidad, la movilización y la acción estratégica para enfrentar los desafíos que plantea un sistema político que ha sido secuestrado por los intereses de las élites económicas.
Nuestro compromiso con la verdad y la justicia
Como medio de comunicación alternativo, seguimos comprometidos con la verdad y con la defensa de los derechos del pueblo. Denunciaremos cada abuso, cada violación al estado de derecho y cada intento de manipulación que busque perpetuar las desigualdades y la injusticia en nuestro país.
La Asamblea Nacional tiene la oportunidad histórica de poner un alto a los abusos del Ejecutivo. Que no sea solo un roce, sino el inicio de una verdadera transformación democrática.