La crisis de seguridad no da tregua en el país sudamericano: nuevos motines carcelarios coordinados y ataques con coche bomba acusan la falta de acción del Estado.
De acuerdo con las autoridades, las acciones criminales responden al movimiento de reclusos, cabecillas de bandas y a los registros de prisiones en busca de armas, escribe el programa En Órbita, para la Agencia Sputnik.
«La situación del sistema carcelario nacional es precaria como lo es la vida de la mayoría de la ciudadanía desde que el neoliberalismo [Gobierno de Guillermo Lasso] está en el poder. Hay una destrucción del Estado», dijo a En órbita el periodista Santiago Aguilar Morán, director de la emisora Radio La Calle.
Aquello que llaman la necesidad de «adelgazar al Estado o al aparato público se traduce en cárceles cada vez más llenas, al haber menos ciudadanos que, sin empleo, apuestan a delinquir. A esto se suma que el sistema carcelario no es de rehabilitación».
De acuerdo con el entrevistado, «la actual situación caótica va para peor. No se ve una solución ni en el corto, mediano ni largo plazo. Los gobernantes no han solicitado ayuda de la comunidad internacional, no reparan en que la situación [de violencia] los superó por completo«.
Aguilar Morán reconoció la decisión del Gobierno de Guillermo Lasso de, finalmente, trasladar a la cárcel de máxima seguridad (La Roca) a diferentes cabecillas de organizaciones narcocriminales.
Sin embargo, a criterio del periodista, esta acción no explica la totalidad del conflicto. «Las bandas criminales operan desde dentro de las cárceles: secuestran, intimidan y hasta suman a sus filas a guardias penitenciarios», opinó.
Ecuador enfrenta una ola de inseguridad sin precedentes que afecta a las prisiones y las calles. El saldo, en lo que va de año, es de más de 3.568 muertes violentas.
Actualmente, rige un estado de excepción a nivel nacional, luego del asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio el 9 de agosto.
«En Ecuador hay un secreto a voces: las instituciones del orden, caso de la Policía, están permeadas por las bandas delincuenciales. En varios casos, la propia fuerza se ha convertido en el brazo armado legal de estas organizaciones. Es muy grave», denunció Aguilar Morán.