Del muro de Jorge Washington Mateus
Hoy día 12 de agosto del 2024, con todo el entusiasmo llevé a la Casa de la Cultura Ecuatoriana (hoy se llama Casa de las Culturas) la escenografìa y material necesario para el estreno de la obra «Una hora de felicidad» que se estrenará el jueves 15 en la Sala Mariana de Jesús. El camión pasó sin problemas al parqueadero después de informarle al guardia que tenía la autorización de ingresar al teatro a las 09h00.
Después de descargar las cosas con la ayuda del escenógrafo y de una persona contratada para el efecto, apareció otro guardia a reclamarme airadamente y a exigirme que le muestre la autorización para entrar, le respondo que el acuerdo fue verbal. Empezó a vociferar que no podía subir la escenografía hasta que le llegue vía WhatsApp la autorización.
Procedí a llamar por teléfono a la administradora de la sala pero lastimosamente no respondió. El hombre seguiá diciéndome de la manera más prepotente que había roto los reglamentos de la Casa. Le digo que yo no sabía de esos reglamentos y le pregunto que es lo que debo hacer. Como no tuve una respuesta clara y viendo que el señor seguía tratandome de mala manera, le dije que voy a la presidencia a que allí me ayuden, le dí la espalda y empecé a caminar a la dirección, pero escuchandole decir «que el presidente de la CCE no decidía sobre esos asuntos».
De todos modos fuí y hablé con supongo es un secretario, le expliqué lo que pasaba y del maltrato e irrespeto del guardia, por supuesto estaba indignado. Llamó por teléfono y aparentemente podía subir las cosas al teatro. Después apareció el mentado guardia con un caballero llamado David, no entendí que cargo ocupaba, pero me preguntó que quien era yo .
Respondì: «Me llamo Jorge Mateus y soy miembro de la Casa de la Cultura desde hace más de 30 años» y continué subiendo la escenografìa.
Desde hace muchos años he notado que la Casa de la Cultura Ecuatoriana dejó de ser un espacio amigable, me imagino que habrá compañeros/ as que son muy bien recibidos…. ya sabemos que las amistades y los contactos hacen milagros. Yo he cumplido con todo los requisitos para utilizar el teatro, he pagado lo que tenìa que pagar, incluso me han obligado a poner en los carteles y programas unos logotipos publicitando proyectos de la institución en los que yo no participo. No es justo por tanto la situaciòn vivida esta mañana….al final creo que el comportamiento de estos empleados son un reflejo del comportameinto de sus autoridades. Espero que nos dejen cumplir con las nueve funciones programadas y que luego nos permitan sacar las cosas sin problemas. CRUZO LOS DEDOS.