Autoridades municipales en el acto de celebración.

A las 10h33 de este viernes 22 de septiembre se encontraron en la estación Terminal Terrestre dos unidades del Tranvía de Cuenca, ese momento marcó el tercer aniversario de operación comercial del moderno sistema de transporte público que se ha convertido ya en uno de los principales íconos del bienestar de la ciudad y un importante elemento de atracción turística.

De acuerdo a las cifras proporcionadas por Marcelo Toral Roura, director del sistema tranviario, hasta el momento suman 1.095 días de servicio ininterrumpido, rápido, cómodo, seguro, silencioso, puntual, ecológico, con más de 15 millones de validaciones de pasajes que representan más o menos cinco millones de dólares.

Las 14 unidades han recorrido dos millones de kilómetros transportando 24.000 pasajeros por día, y evitando emisiones de dióxido de carbono (CO2) al ambiente por 31.000 toneladas.

Recientemente la administración municipal acordó con la empresa Alston la transferencia de la licencia para el mantenimiento de las unidades por parte de técnicos cuencanos y está en proceso de importación un importante paquete de repuestos; igualmente hay disponibilidad de la suficiente cantidad de tarjetas electrónicas para los usuarios, se vende más o menos 250 por día.

Lo que no avanza en forma oportuna es la integración hacia un sistema único de movilidad de los buses urbanos, subsisten las asperezas con la Cámara de Transporte por la coexistencia de la línea 100 en la ruta entrada a Baños-Parque Industrial; con la bicicleta pública el proceso está cumplido y se analiza la factibilidad de implementar estaciones de la bicicleta pública junto a algunas paradas del tranvía, anunció Alfredo Aguilar, coordinador general de Movilidad.

A largo plazo está proyectada la construcción de parqueaderos de borde donde los propietarios de vehículos particulares puedan dejarlos para abordar cualquiera de las unidades tranviarias y dirigirse a realizar sus gestiones respectivas, señaló Aguilar.

De otra parte, en los últimos meses se empieza a notar cada vez con más frecuencia desajustes en las máquinas de recarga de pasajes y expendio de boletos, así como en las máquinas validadoras y los dispositivos de control manual, lo que altera el ánimo de no pocos usuarios, eso requiere la atención oportuna o quizás la actualización de los sistemas informáticos.

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